1.Hay que
tener claro los objetivos que pretendemos y después identificar nuestras
capacidades y recursos.
2.Aprender
a priorizar y a esperar, las prisas no son buenas consejeras, la paciencia debe
presidir todos los procesos.
3.Conciliar
el éxito con la felicidad y esforzarse en lugar de ser una persona de éxito, en
ser una persona valiosa.
4.Crear
un pacto social y generacional creando alternativas. La experiencia de los
mayores debe servir como substrato a las semillas que generan los jóvenes.
5.Tomar
conciencia de que somos una especie exitosa que sabe aprender de la naturaleza
como fuente de inspiración. Es decir, aprender a copiar y reproducir los
procesos de la naturaleza.
Las
preguntas.
1.Pregúntate
cuáles son tus capacidades.
2.Haz el
esfuerzo necesario para generar el cambio y poder alcanzar tus objetivos.
3.Pregúntate:
¿Este trabajo va en la dirección de la vida?
En medio
de la incertidumbre que reina hoy día hay que evitar el miedo y usar la
imaginación. Conectar mente-cuerpo-intelecto-intuición…de esta forma las
potencialidades se activan, se genera acción y el efecto mariposa de la civilización:
un cambio pequeño provoca un gran cambio, pequeñas rebeldías se pueden
multiplicar y comenzar a expandirse.
Hoy
cambiar es posible si somos activos, el cambio está en nuestras manos, es
importante denunciar, pero no quedarnos sólo en la denuncia, hemos de ANUNCIAR,
proponiendo las alternativas que sean necesarias, sacar una lección positiva de
lo aparentemente negativo.” El granero se ha quemado, ahora puedo ver la luna”.
Es el
momento de confiar en lo improbable, en la magia…recordar el adagio: “Los
dioses nos dan muchas sorpresas, lo esperado no se cumple y para lo inesperado
un Dios abre la puerta”.
Extraído
de la conferencia de María Novo en el último congreso de Proyectos y Utopías
para un mundo mejor.
Escritora
y poeta
Catedrática
de UNESCO en Educación Ambiental y
Desarrollo sostenible
Doctora en Filosofía y Ciencias de
la Educación.