Desde Belerofonte
Queridos amigos, hoy os propongo observar un planeta que se llama Tierra. ¿Os parece? Bien. Es un planeta precioso situado a tan solo unos 51 años luz de nuestra Belerofonte (1). Y vamos a enfocar nuestra observación sobre el ser vivo que parece dominar todo el planeta, el ser humano. Preparaos para algunas sorpresas.
-Mirad. Vemos
a unos 7.000 millones de humanos, repartidos de esta manera en lo que llaman
continentes: 10% en Europa, 14% en América, 16% en África y 60% en Asia. Una cosa
llama inmediatamente la atención, ¿la veis? Sí, correcto: No todos viven de la
misma manera, tienen diferentes modos de vida. Muy diferentes. Podríamos
resumirlo diciendo que 82% del patrimonio de la Tierra está en las manos del 8%
de la población.
-¿Qué dices?
-Lo que oyes.
Muchos apenas cubren sus necesidades vitales de salud y de alimentación; de
hecho algunos, sobre todo niños, mueren de malnutrición o de enfermedad,
mientras otros se compran cosas tan vitales para ellos como son gafas de oro,
teléfonos móviles incrustados con diamantes, relojes de precios inconcebibles,
accesorios de lujo carísimos para sus perros, sin hablar de gastos astronómicos
en comidas, bebidas, ropa, fiestas, viajes…
-Pues sí, eso
es muy raro. ¿Cómo es posible que esos “ricos” no se pongan tristes ante tal
situación e intenten cambiarla?
-Es que creen
que la felicidad se consigue con tener, con poseer cada vez más cosas.
-¡No me digas!
¿No saben que la felicidad es cosa del interior de cada uno?
-Pues no.
Ahora veamos otra cosa sorprendente, la veis ¿verdad?
-Sí, es
increíble. ¡Se pelean entre sí!
-Correcto. Y
mucho. A nivel individual, cuando hay conflictos, es muy fácil que se agredan,
verbalmente pero también físicamente. Y a nivel grupal o nacional, han
desarrollado una tecnología muy perfeccionada para destruir construcciones,
hasta ciudades enteras, e incluso matar a otros hombres. Lo llaman “hacer la
guerra”. Hay hombres especializados en esta actividad llamados “militares”, la
gran mayoría de ellos de sexo masculino. Pero muchos no-militares también
pueden morir durante las guerras o ser heridos de gravedad o ver sus casas y
sus empresas destruidas. En un momento dado, es muy raro que no haya una guerra
en un rincón u otro de ese planeta.
-O sea que, en
caso de conflicto, lo ideal para ellos es, al parecer, ¡eliminar al otro o a
los otros!
-Eso es.
-Entonces,
además de ser poco solidarios, ¡son violentos!
-Pues sí.
-¡Será
posible! Habrá mucho sufrimiento en la Tierra, ¿verdad?
-Muchísimo.
-Ahora os voy
a enseñar otra cosa, asomaos y mirad bien porque es un poco más difícil de ver
desde aquí. Os ayudo: es consecuencia de los dos primeros aspectos que hemos
visto. ¿Veis esos hombres, esas mujeres, esos niños que caminan?
-Ah sí. ¿A
dónde van?
-Pues, dejan
su casa, su pueblo, su país para intentar vivir decentemente en otras partes
del planeta donde hay más riqueza o donde no hay guerra.
-¿Y lo
consiguen?
-Pocos. Unos
mueren en el intento, otros son detenidos y reenviados a su país.
-¿Tan difícil
es cambiar de país?
-Sí, lo es.
Hay cada vez más muros o vallas de alambre de hasta 6 metros de altura que
impiden la entrada en los países más acomodados.
-¿De verdad? Y
¿por qué los humanos no reparten mejor las riquezas existentes y crean nuevas
allí donde más falta hacen, y así no tendrían algunos que dejar sus casas y sus
pueblos?
-Sería lo
suyo. Pero eso supondría invertir dinero en proyectos que no les beneficiarían,
por lo menos a corto plazo, y eso no les entra en la cabeza. Es una pena porque todos saldrían ganando a
medio y largo plazo. Lo que pasa es que cada país está cegado por el deseo de
crear más riqueza en su casa.
-O sea que no
ven mucho más allá de la punta de sus narices.
-Sí, se puede
decir eso.
-No me lo
puedo creer. Y ¿no hay ningún hombre sensible, compasivo y con mejor visión de
futuro?
-Sí, los hay.
No se ven a primera vista. Pero si usamos un zoom poderoso y oteamos un poco
más en detalle, podemos percibir algunos de ellos, minoritarios eso sí. Tienen
unas actitudes diferentes, podríamos decir opuestas. Son respetuosos,
comprensivos, compasivos, cariñosos, amorosos. Han desarrollado una técnica que
les permite escuchar, hablar, mirar, tocar desde el corazón. Y así pueden
resolver todos los conflictos porque los dos opositores salen ganando.
-Y ¿por qué no
proponen a los demás hombres cambiar de actitud?
-Sí lo proponen.
Pero no son ellos los que cortan el bacalao. ¿Los podéis distinguir? Tienen
algo diferente de los demás.
-Sí, se les
nota algo en la cara, sonríen, parecen felices.
-Correcto.
También son abiertos y no tienen miedo.
-¿Es que los
otros no son felices?
-Pues, creo
que no lo saben ni ellos mismos. Lo que sí saben es que tienen necesidades no
cubiertas y hacen todo lo posible para satisfacerlas. Quieren más “poder
adquisitivo”. Lo que pasa es que, una vez cubiertas, aparecen otras. Entonces
hay que producir cada vez más riquezas materiales. Lo llaman “crecimiento
económico”.
-Pero en vez
de eso ¿no podrían los más privilegiados ajustar su consumo, su nivel de vida
al nivel de las riquezas existentes?
-¡Uuuuuuh,
pero eso significaría que su poder adquisitivo deje de subir, o incluso para
algunos baje! Y no estánpreparados para aceptarlo. Están todavía en la mística
del crecimiento. Eso significa tirar de los recursos naturales que, como bien
sabéis, son limitados. Lo saben ellos también, pero lo curioso es que siguen
actuando como si no lo supieran, siguen pensando que la solución, casi diría la
salvación, es el crecimiento ilimitado. Lo peor es que, al hacer eso, ponen en
peligro el futuro del planeta mismo “La demanda de la humanidad excede en cerca
de un 50% la capacidad regeneradora del planeta, con lo cual está destruyendo
el capital natural en lugar de utilizar tan solo los intereses, que sería lo
sostenible” (2). Además usan herramientas que contaminan mucho, lo cual produce
un recalentamiento climático que ya tiene efectos observables: Las zonas secas
se vuelven cada vez más secas, las húmedas cada vez más húmedas, las
catástrofes naturales son cada vez más numerosas y más devastadoras, el nivel
de los océanos sube, acarreando la desaparición de zonas en la actualidad
habitadas. Por ejemplo, Tuvalu, el país independiente con menos población de
ese planeta ya tiene sus años contados. Sus 11.000 habitantes tendrán que dejar
su país anegado por el océano. Serán los primeros refugiados climáticos.
-Pero no hay
entre los hombres algunos con sentido común que les digan: “Vamos por mal
camino, no podemos seguir así, hay que hacer algo urgentemente.”
-Sí, hay.
-¿Y?
-Tres
posibilidades: 1- Nadie los escucha, son voces en el desierto. 2- Los poderosos
escuchan, se reúnen y no se ponen de acuerdo para adoptar soluciones. 3-
Escuchan, se reúnen, se ponen de acuerdo sobre decisiones y no cumplen con las
decisiones. Desde la Cumbre de la Tierra en Rio (1992) a la Conferencia de
Varsovia que se acaba de terminar, pasando por Kioto, Bali, Copenhague y Doha,
no han tomado decisiones vinculantes. Además el país que más contamina
(E.E.U.U.) no participa en las conversaciones. A ver lo que pasará en Paris en
2015. Conclusión, el objetivo de limitar el calentamiento a 2 grados de aquí a
2100 ya es inalcanzable. Será probablemente más cercano a los 4 grados.
-Entonces,
¿Cómo ves su futuro? ¿Van a la catástrofe?
-No
necesariamente. Hay cada vez más gente consciente de la gravedad de la
situación y de lo urgente que es tomar decisiones a nivel planetario. No hace
falta que haya una mayoría, con un porcentaje relativamente limitado de hombres
convencidos y decididos se podrían conseguir cambios decisivos. Además podrán
contar con otra parte de la población; esa que, aún no estando comprometida con
este reto porque su situación no se lo permite hacerlo, cuando el panorama se
ponga peor, sí que se pondrán a luchar para un cambio verdadero.
-¿Tú crees que
la situación de la Tierra va a empeorar?
-Sí, todavía
no ha tocado fondo. Desafortunadamente solo entonces se decidirán a tomar
medidas drásticas para salvar el planeta. Tarde, eso sí, porque habrá sufrido
mucha gente, se habrá perdido mucha biodiversidad. Pero los seres human habrán
por fin aprendido a vivir juntos y a respetar a este maravilloso planeta que es
el planeta Tierra.
(1)Belerofonte es un planeta cuya estrella es
51 Pegasi, de la constelación Pegaso.
(2) Informe
“planeta vivo 2012” de WWF (World Wide Fund)
Por: Philippe Despress